Planteamiento Urbanístico Ciudad-Salud-Región | 2011
La resignificación de La Hortúa: la innovación de la intervención urbana.
La batalla por ubicar al país en la Modernidad la perdimos los colombianos durante el siglo XX –ni siquiera la Constitución de 1991 pudo lograrlo- y, en Bogotá, uno de los grandes damnificados fue el Hospital San Juan de Dios (HSJD) el cual fue clausurado de la manera más absurda: un día, de la noche a la mañana, las puertas de uno de los nosocomios más emblemáticos de América Latina -de los más solventes en términos científicos y de los más necesarios para que los hombres y mujeres de Colombia pudieran tener una vida relativamente digna- fueron cerradas sin que nadie asumiera ninguna responsabilidad por su equipamiento e instrumental, ni por sus laboratorios ni por su dotación ni por sus edificaciones… ni por su entorno.
Aunque no se debe exclusivamente a la clausura del HSJD -pues el deterioro de las ciudades colombianas deriva fundamentalmente de la incapacidad de los sectores dominantes para comprender la complejidad de las urbes contemporáneas– el cierre del Hospital precipitó y ahondó el proceso de deterioro social, cultural y ambiental que ahora caracteriza al entorno urbanístico en el cual se localizó el complejo de hospitales más grande que tiene el país.
La descomposición ha llegado a tales niveles que no sólo ha empezado a determinar negativamente la labor de las entidades hospitalarias sino que amenaza con desarticular al sector de los desarrollos bogotanos, a aislarlo del devenir de La Capital. Como es sabido: si no se interviene consciente y responsablemente, el deterioro urbano no hace sino profundizarse.
En este contexto, la generación de un Proyecto de Restitución Urbana del Área de La Hortúa comporta todos los atributos para que su ideación, diseño y realización se enmarquen hacia el futuro en lo que la práctica socioe-conómica, político-cultural y profesional ha venido a denominar un “proyecto de ciudad”.
Ese horizonte de innovación urbana está trazado por el Proyecto Ciudad Salud Región (PCSR) de la Secretaría Distrital de Salud: desde la enunciación de su sentido social, al propender por la modernización del Sistema de Salud del Distrito hasta la escala estructural que alcanza su fundamentación económica, sustentada en el funcionamiento de un “Cluster de Salud” y de sus servicios anexos y complementarios y de los consecuentes centros de excelencia que se generarían. Todo lo cual, acertadamente, se soporta en la base funcional de la existencia de los hospitales: la Samaritana, el Cancerológico, El Materno Infantil, el Dermatológico, la Misericordia, el Santa Clara y, aún como un espectro, lo que queda del antiguo Hospital San Juan de Dios.
A partir de este punto comienza la reflexión disciplinar de la Arquitectura y el Urbanismo.
El elemento simbólico central de la restitución lo conforma el complejo arquitectónico y urbanístico constituido por el HSJD en el terreno de La Hortúa: a partir de él se constituyen el Cluster y un innovador desarrollo urbanístico, económico, social y cultural que desde el sur redefiniría el Centro Histórico e Internacional de Bogotá y, como consecuencia, a toda La Capital.
El desarrollo integral que de allí se derivaría y que, al mismo tiempo, le daría consistencia y condiciones de sostenibilidad al Cluster de Salud -configurando un modelo de intervención urbana liderado por el Estado en interactuación con el sector empresarial- tendría como base de sustentación espacial -y como determinante del ordenamiento territorial- un complejo de Espacio Público que se extendería desde el Parque del Tercer Milenio, hasta el cause del Río Fucha, ambientalmente enmarcado por los Cerros Orientales y bañado y animado a su interior por las aguas del afluente del Río Bogotá.
La propuesta es que el Corazón del Cluster y de todo el complejo urbanístico lo constituya el “Parque del Saber y la Salud” localizado en el actual terreno de la Hortúa y conformado con base en las edificaciones del antiguo Hospital, que son Patrimonio Cultural, y los extensos y hermosos jardines que las rodean, abierto permanentemente a toda la ciudadanía para el disfrute, la cultura y el conocimiento tanto de la historia como de los avances actuales y futuros de la problemática de la Salud y la Medicina en el orden nacional y mundial.
La tensión económica, cultural, científica y habitacional (con vivienda para todos los estratos socioeconómicos) que sostendría la dinámica del Cluster en el sentido norte-sur se vería equilibrada en el sentido oriente-occidente, entre los Barrios de las Cruces y el de Eduardo Santos, por la dinámica ilustradora, reflexiva, investigadora, de pensamiento y de conocimiento colectivo, integrada a la recreación, establecida en el enorme Jardín que irá desde el hospital de la Samaritana hasta el Santa Clara (aproximadamente 16 Has.) pasando por encima de las Avenidas Décima y la Caracas, configurando un ámbito de redefinición de la recreación y la cotidianidad para toda la población bogotana.
Redefiniendo la modernidad hospitalaria que liderará el Cluster, las edificaciones que son patrimonio cultural del antiguo Hospital servirían para albergar a los investigadores nacionales y extranjeros que, con sus trabajos, seguramente contribuirían a potenciar el acervo investigativo y científico para cualificar la prestación del servicio de salud y afinar los centros de excelencia.
Así mismo, serán las sedes de diversas organizaciones y asociaciones científicas y culturales que, tanto desde el Estado como de la sociedad civil y del empresariado, están relacionadas con el devenir de la salud y sus soportes y que, agrupadas, constituirán una potenciación del conocimiento y la divulgación de esta problemática en relación con todas las dimensiones de la existencia humana y de todas las demás especies. Universidades, salas de conferencias y de exposiciones así como museos, complementarán la permanencia de la reflexión y las búsquedas científicas y de crítica.
Habría también un gran centro de divulgación cultural moderno: un Complejo de Convenciones y Exposiciones del Saber y la Salud en el cual, un Núcleo de Empresas culturales se encargará de ubicar y mantener a Bogotá en la Agenda Mundial de las exposiciones y eventos sobre la cultura científica, tecnológica y artística de la salud, la medicina, el cuerpo y la naturaleza: la psicología, la enfermedad, la sanidad y las relaciones con la Naturaleza –y con la sociedad y las culturas- que en este momento se desplaza por todas las grandes y significativas ciudades del mundo.
Sustentado en la restitución del Sur al desarrollo urbanístico bogotano, el Proyecto será un baluarte para luchar en el espacio público: en el que somos ciudadanos, contra la preeminencia de la exclusión y de la locura en nuestras expresiones y comportamientos cotidianos.
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